Seguro que sabes del poder sanador del tacto los seres humanos somos piel y el contacto es imprescindible en nuestras relaciones.

Creo en el efecto terapéutico y casi mágico del masaje. Disfruto realizando masajes y lo transmito.De hecho, creo que este es mi superpoder.

Mi nombre es Vicente López y soy masajista desde 2010.

Una vez que te he mostrado mi superpoder, espero seguir viéndote por aquí, para que me sigas conociendo y transmitirte mi pasión por los masajes. Es interesante que sepas todos los beneficios que puede aportar un masaje para que lo veas como una auténtica solución.

Porque después de un masaje, el mundo no habrá cambiado, pero tú seguro que sí.

Hemos de tener varios aspectos en cuenta:

1. Investigación de mercado: Antes de lanzar el servicio, debemos conocer la posible demanda de masajes en tu área. ¿Hay otros hoteles que ofrecen este servicio? ¿Qué tipo de masajes son populares entre los clientes locales y los turistas? Nos servirá para tener una idea, pero como verás ahora, yo creo que …Todo es empezar.

2. Espacio y equipamiento adecuados: Designa un espacio tranquilo y cómodo para los masajes dentro del hotel. Necesitas saber sobre los requisitos necesarios, debido a que hay diferentes normativas fiscales, laborales, licencias de actividad y permisos según la comunidad, para realizar esta actividad. Pero de momento, podemos ir valorando si disponemos de un cuarto suficientemente amplio para lo que necesitamos. Con una habitación de entre 5-6 m2 tenemos suficiente para empezar. Interesa que haya un lavamanos en la misma habitación. Y por supuesto que esté en una zona tranquila del hotel, sin ruidos ni maquinaria.

Y ya hablaremos de música, iluminación adecuada y elementos para crear una atmósfera tranquila y relajante. Pero no vamos a complicarnos, yo sería partidario que antes de

realizar una inversión importante en este servicio, ofreciendo un gran espacio, con vestuarios, spa y varias salas de masaje, prestar el servicio en las habitaciones directamente, acudiendo el masajista con la camilla, previa demanda.

Te quiero decir con todo esto que la inversión puede ser mínima, para empezar a instaurar el servicio de masajes en tu hotel. Vamos a probar y ya iremos valorando, ¿te parece?

Seguimos.

- Un fisioterapeuta es un profesional socio sanitario que ha estudiado una carrera. Trabajan normalmente en entornos de atención médica, hospitales, centros de rehabilitación, etc. Está en estrecha colaboración con otros profesionales de la salud. Abordan una variedad de patologías y problemas más amplio que los quiromasajistas, tratando rehabilitaciones y usando aparatología de diversos tipos.

- Un masajista o quiromasajista (es lo mismo) es un profesional del sector servicios, con menor formación que un fisioterapeuta y que se dedica a realizar masajes relajantes usando sus propias manos. No pueden abordar patologías, ni tratar rehabilitaciones. Se dedican a la terapia manual, o sea, amasar y relajar la musculatura.

- Los Quiroprácticos y osteópatas se centran en la salud músculo esquelética y realizan terapia manual y maniobras osteopáticas. Pueden ser fisioterapeutas que han realizado el grado de osteopatía o pueden realizar estos estudios de forma alternativa.

Vale, perfecto... Entonces, ¿qué tipo de profesional necesitas en tu hotel? Pues no sé si has llegado a la misma conclusión que yo, pero te diré que es a un QUIROMASAJISTA.

El quiromasajista es del sector servicios y realiza terapia manual, masajes, relajando al cliente con sus técnicas, usando diferentes movimientos y pases. Es un auténtico profesional de la relajación, del contacto físico, de trabajar la musculatura con aceites, cremas y poco más, para llegar a una sensación de bienestar.

Un fisioterapeuta está más especializado en temas de rehabilitación y sanitarios, por lo que dudo que deseen realizar sus tareas en hoteles. Algo parecido pasa con quiroprácticos como osteópatas.

Definitivamente y sin duda, un quiromasajista sea autónomo o asalariado es la mejor opción. Con una camilla y sus aceites, puede realizar un buen servicio, de calidad y profesional.

1. Verificar su formación, certificados y preguntar por su experiencia en terapia manual. Certificaciones en reflexología podal, masaje “hot stones”, técnicas deportivas y otros tipos de técnicas de masaje son interesantes, porque ofrece más posibilidades en lo que respecta a la posible carta de servicios que ofreceremos. Valoraremos positivamente que haya realizado su formación de forma presencial. Porque un masajista, sobre todo, ha de saber TOCAR.

2. Debe tener un seguro de Responsabilidad Civil como mínimo. Aparte de su autónomo al día.

3. Preguntarle por sus protocolos de actuación para valorar si es el adecuado para nuestro hotel: Tipo de trato hacia el cliente, protocolos de desinfección, limpieza y, en general, su forma tanto de tratar al cliente como de asegurar un ambiente agradable y relajante, aunque sea en su propia habitación.

4. Debemos saber de su posible disponibilidad para realizar los masajes. Tiempo de aviso para el servicio, etc.

Mejor que contratarlo, yo creo que la mejor opción es colaborar con un profesional del masaje que sea autónomo. Al menos al empezar. Con una persona al principio podemos tener suficiente, pero lo ideal es tener al menos a dos terapeutas, para así poder ofrecer más

servicios (como masaje en pareja) y abarcar mayor horarios de trabajo.

Y el protocolo de actuación, presentación, preguntas a realizar, ambiente, despedidas y demás lo hablaremos un poco más adelante, donde ofreceremos un guion completo de actuación de los masajistas de nuestro hotel.

*El masaje relajante* será casi siempre nuestro servicio estrella. Aquí jugaremos con el tiempo de tratamiento, para ofrecer más posibilidades a nuestro huésped. Normalmente se fracciona en 30, 60 y 90 minutos, siendo el más habitual el masaje de una hora.

Te sugiero que los diferentes tratamientos tengan unos nombres evocadores algo así como….

tratamiento primavera, verano… o mar, océano, playa, palmeras, relax mix, Basic, médium o premium…. imaginación al poder.

Algún tratamiento estético sencillo también sería interesante: Faciales y exfoliación son los más comunes, sencillos y prácticos. Los tratamientos los crearemos nosotros, aconsejados por el

masajista que disponemos. Pero hemos de contar con la posibilidad de que éste se vaya.

Por tanto, te recomiendo una serie de masajes más o menos básicos que sí o sí has de tener y todo masajista debe de conocer. Masaje relajante, deportivo con estiramientos, “Deep tissue” (tejido profundo), reflexología podal, masaje con aceites esenciales y piedras calientes.

Estos son los básicos. Vamos a ver ahora como recibir y tratar a nuestro cliente.

Tanto si disponemos de espacio para realizar los masajes, como si lo que ofrecemos es que el masajista acuda con la camilla a la habitación, hemos de tener una cosa clarísima…Todo el mundo en el hotel ha de saber que se realiza este servicio en nuestro hotel.

¿te imaginas que el cliente le pregunta a la gobernanta o a un camarero y éste no tiene ni idea? Quedamos fatal….

En recepción dispondrán de la máxima información al respecto, obviamente, pero estaría bien que las cartas de masajes también se encuentren en otros espacios, para recordar que disponemos de ese servicio, ¿no crees?

La carta de masajes debe ofrecer un mínimo abanico de posibilidades de masaje, aunque casi siempre se acaben quedando con el mismo. Junto al nombre del masaje daremos una corta explicación, básica, incluso insuficiente para que, el cliente, pregunte a nuestro recepcionista para que éste le aconseje cual es el más idóneo.

Al dirigirnos a nuestro huésped, repito sea en su habitación en el Spa, siempre será de una manera parecida a ésta: Sr. García? Mirándole a los ojos por un momento Soy Vicente, encantado, soy su masajista El masaje que ha contratado es el relajante, ¿cierto? Una vez con la camilla situada, le dejaremos solo para que se desnude, previamente le habremos dicho como colocarse y cómo debe ponerse la toalla para taparse.

Al acabar, también abandonamos la sala para que se vista. Y, por último, después de recoger le recomendamos otros tratamientos para realizarse los días posteriores.

Sería algo muy interesante que escribieras un protocolo exacto decomportamiento en la cabina de masaje, las preguntas a realizar, cómo debe estar la cabina, temperaturas, música, etc.

Que todo este perfectamente pautado servirá para que el sistema sea siempre el mismo, aunque cambiemos de masajista.

Si te parece interesante, espera a ver lo que sigue

A través de los canales de marketing del hotel promocionaremos el servicio: En la web, redes sociales y el correo electrónico. También podemos colaborar con agencias de viaje, empresas locales y otros socios para aumentar la visibilidad de nuestras ofertas.

Sería interesante ofrecer paquetes especiales que incluyan alojamiento y tratamientos de masaje para atraer a los huéspedes que buscan una escapada relajante.

La carta de masajes es nuestra presentación del servicio. Puede ser clara, concreta y con precios o puede ser “relativamente” clara. Quiero decirte que no sea muy clara, para así dejar margen a una posible explicación por parte de nuestro recepcionista.

Esto es importante porque así le daremos un toque de personalización. Es como pedir una pizza con los ingredientes que tú deseas. Se trata de realizar los cambios que hagan falta para que nuestro  cliente se considere especial.

Unas indicaciones sobre la presión, la intensidad y el tipo de masaje o aceites esenciales serán suficientes para personalizarle el servicio. Por supuesto que después el terapeuta que le atenderá recibirá las indicaciones para que el masaje se convierta en una auténtica experiencia.

Ese es el objetivo… una auténtica experiencia …. Que quede grabada

en su memoria y nos guarda en su corazón. Así se repetirá, nos

recomendará, nos tendrá presentes…

Para conseguir este objetivo debemos prestar atención a los detalles. ¿Los vemos?

Te cuento, Una camilla y un bote de aceite Ya está, eso es todo si realizamos el servicio en la habitación de nuestro hotel, poco más necesitaremos.

Por ejemplo, un altavoz con música (sería un detalle si tuviéramos varios estilos para escoger).

Más detalles. Tendremos el aceite de almendras dulces como nuestro producto básico para masajes, pero estaría bien llevar algunas cremas y diferentes aceites esenciales.

Toallas necesitaremos dos toallas grandes de baño Una para la camilla y otra para tapar al cliente

También llevaremos una toalla de lavabo para situarla en el hueco de la camilla para la cara.

Si tenemos un espacio destinado a los masajes, entonces sí que tendremos que preparar algo más. Una estética agradable, colores claros y relajantes. Alfombras junto a la camilla. Toallas mullidas y suaves. Velas. Luces tenues. Música ambiente. Un pequeño surtido de aceites esenciales. Cuencos para realizar las mezclas personalizadas para el masaje. Los terapeutas irán uniformados y siguiendo todos, el protocolo que has estipulado.

Los detalles, recuerda, siempre serán los que marcarán la diferencia. Y con esto me despido, muchas gracias por tu atención y dedicación